sábado, 14 de mayo de 2016

FILIBERTO: SU VIDA FUE EL TANGO

Tenía cara de payaso y ojos bondadosos y tristes. La melancolía le nació a los 5 años, cuando tuvo que salir a la calle con un organito a ganarse el sustento para poder vivir. Se le ahondo leyendo a Nietzsche y Schopenhauer y tomo carta de amargura en sus oficios de estibador y ajustador mecánico en diferentes talleres del Buenos Aires querido.
Desde temprano se hizo bohemio. Pero en vez de tomar para el lado del ajenjo, como Verlaine, se dejó arrastrar por la música. A los 9 años, un tío lo llevó con el organito a Lobos y lo hizo tocar en el patio de la pulpería donde la partida mató a los hombres.
En ese viaje lo impresionó el viento en los árboles y el murmullo de la naturaleza. El primer instrumento sin manija que tuvo fue una guitarra robada y en ella ensayó su primera obra que compuso silbando. Era cuando tocar un tango significaba tanto como decir una mala palabra
Juan de Dios Filiberto le puso a su música su impresión infantil del campo y un poco no más de aquel matiz del barrio turbio que le había oído deshilvanar a Angel Villoldo, en una armónica acoplada a una guitarra.
A Carlos Ibarguren se le dio por escribir que “el tango ha estragado nuestra música. Juan de Dios lo leyó y quiso demostrar que no era cierto. Por eso escribió “Caminito”, un tango suave y dulzón, casi una canción de cuna, en el que puso un quejido liviano y un llanto avergonzado donde otros ponían la puñalada.

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Filiberto: el tango y la bohemia

MUERTE
Lo estrenó un lunes de carnaval y se lo silbaron toda la semana. Después por su porte decente, entró en las salas donde las chicas tocaban el piano y llegó hasta la Facultad de Derecho de la Universidad de Buenos Aires con una orquesta de 50 profesores. Filiberto murió a los 80 años, en 1964, en La Boca, donde siempre estuvo, en una casa de frente llena de colores como su música.
 Celebre músico argentino de gran importancia para la consolidación del tango como género armonioso de fama mundial. Autor de otras canciones como “Quejas de Bandoneón”, “El Pañuelito”, “Malevaje” “Clavel del Aire” y muchas otras más de gran contenido social.
Nació con el nombre de Oscar Juan de Dios Filiberti en una casa sencilla ubicada en Necochea 2000, en el barrio de la Boca de la ciudad de Buenos Aires, habitado predominantemente por inmigrantes italianos mayoritariamente de Génova, el 8 de Marzo de 1885. Por aquellos tiempos se desarrollaba la gran ola inmigratoria procedente de Europa que influyo, decididamente, en  las características de la población argentina. 
TIGRE
Desde 1932, se mantuvo residiendo en la Boca en una casa ubicada en la calle Magallanes 1140, pintada en su frente por el pintor Benito Quinquela Martín, amigo personal de Filiberto y expropiada como patrimonio cultural de la ciudad el 2007. Su padre era hijo de genoveses y su  vástago fue bautizado Nahuel que significa tigre en mapundungun, idioma del pueblo ranquel.
Abandonó la escuela a los 9 años y trabajo desde niño en diferentes oficios. Albañil, estibador y tornero. En la empresa Mihanovich de la Boca ingresó al sindicato, adhiriendo a las ideas del anarquismo, participando en las huelgas portuarias de aquella  época: 1907.
Siendo aun joven, organizó un grupo musical llamado Orfeón, los del Futuro. Su interés por la música lo llevó a buscar trabajo en el teatro Colón al que ingresó como maquinista. Allí oyó por primera vez la música de Ludwig van Beethoven, a quien considero su “dios musical”.
A los 24 años ingreso al Conservatorio de Música y estudió violín con teoría musical.  Gracias a una beca aprendió al lado del maestro Alberto Williams. Por razones de salud, radicó en la ciudad de Mendoza y fue allí donde compuso su primer tango “Guaymallén”, en homenaje a la localidad en que se radicó.

Su casa en el barrio de La Boca.

INSTRUMENTOS
En 1932 organizó la Orquesta Porteña a la que le agregó instrumentos que no solían utilizarse en el tango como el clarinete, la flauta y el  armonio.  Apareció en la película “Tango”, la primera del cine sonoro argentino.
Lo designaron Director de la Orquesta Popular Municipal de Arte Folklórico, financiada por la Municipalidad de Buenos Aires, manteniéndose al frente de la  misma hasta su muerte. Una calle de la capital argentina lleva su nombre. En cuanto a la orquesta que fundó se transformó en la Nacional de Música Argentina Juan de Dios Filiberto, dirigida por renombrados directores, como Osvaldo Requena y Osvaldo Piro.
Filiberto también demostró gran preocupación por defender los derechos intelectuales de los músicos. Resultó socio de la Sociedd Argerntina de Autores y Compositores de Música (SADAIC) en 1936.
Conoció a la famosa política Eva Duarte, esposa del General Juan Domingo Perón, y le compuso “Milonga para Muerte, en su honor meses antes de su fallecimiento. Por ser peronista fue  perseguido por la dictadura militar de Pedro Eugenio Aramburu. Su vida fue el tango y él su figura inminente.

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