domingo, 27 de julio de 2014

OPERACION MENACE

Cuando fue evidente que las colonias africanas de Francia no continuarían la lucha contra el Eje, los jefes de Estado Mayor ingleses consideraron el peligro de que los alemanes utilizaran Dakar como base para atacar su tráfico marítimo.
De Gaulle deseaba extender el movimiento de la Francia libre en Africa occidental francesa, mediante el desembarco en Dakar-donde no esperaba encontrar resistencia- de su pequeño contingente de tropas, con el propósito de afianzarse sucesivamente en las otras colonias francesas de  Africa. Churchill prestó su apoyo  a este proyecto: creía que la conquista de Dakar era importante, y más todavía la del imperio colonial francés.  El 8 de Agosto de 1940 dispuso  que a la operación, designada con el nombre de “Menace”, se le prestara  el máximo apoyo inglés.
Las fuerzas navales se pusieron a las órdenes del Vicealmirante Cunningham y las terrestres al mando del General de División Irvine.  Las numerosas discusiones suscitadas respecto al modo de efectuar la expedición se vieron complicadas por los informes contradictorios sobre la defensa de Dakar y la moral de su guarnición.
Después de considerar muchas alternativas, el plan que el gobierno de guerra aprobó finalmente, el 27 de Agosto, se basaba en el convencimiento por parte de De Gaulle de que un desembarco por sorpresa efectuado por sus tropas casi no encontraría oposición. La guarnición le acogería como libertador y así pondría de relieve el carácter eminentemente francés de la empresa. Solamente en el caso de encontrar una tenaz resistencia, los barcos británicos abrirían fuego y desembarcarían sus tropas.



El Ark Royal y su defensiva aérea.

ONCE BARCOS
Para el transporte de la expedición, del armamento y del equipo se habían reunido en Liverpool once barcos mercantes. Cuatro estaban destinados al contingente británico, formado por 4,200 hombres, que comprendía un mando de brigada, cuatro batallones de marines y algunas unidades menores especializadas.
Las tropas de la Francia libre-2,700 hombres en total- embarcarían en los buques de pasajeros holandeses Penland y Westernland. En este último viajaría De Gaulle y su Estado Mayor. Algunos de estos buques se trasladaron durante algunos días  a Scapa Flow en las islas Orcadas, para adiestrar al personal en la técnica del desembarco. La expedición disponía también de otros cinco barcos, que formaban un convoy aparte, para el transporte de los vehículos motorizados y de los víveres y que, por ser más lentos, zarparon los primeros.
Para la protección y escolta se destinó una fuerza naval llamada Fuerza M, constituida por buques de la Home Fleet, de la fuerza H de Gibraltar y en la última fase, del mando del Atlántico meridional. La  Fuerza M comprendía los acorazados Barham y Resolution, el portaaviones  Ark Royal, cinco cruceros, unos 16 destructores y dos corbetas. 
EMBRIONARIA
La Marina de  la Francia libre, entonces en embrión, consistía en tres corbetas y un buque explorador. En el crucero Dervonshire, que enarbolaba la insignia de Cunningham, embarcaron también  el General  Irwin y su Estado Mayor.
El hecho de que se reuniera una flota tan importante para una empresa que suponía una larga ausencia de las aguas metropolitanas, en el momento en que Inglaterra  corría el peligro de ser invadida por los alemanes, y cuando, además, tenía que afrontar una precaria situación militar en el Oriente Medio, demuestra la importancia que se atribuyó a la Operación “Menace”. Churchill “estaba obsesionado por esta aventura” y se adjudicó, “con excepcional entusiasmo, la iniciativa y el patrocinio de la expedición”
Los barcos abandonaron el  Reino Unido el 31 de Agosto, en tres grupos que partieron, respectivamente, de Scapa Flow, del estuario del Clyde y de Liverpool.  Su destino a Freetown, en Sierra Leona, donde tenían que reponer combustible y poner en práctica las últimas disposiciones antes de dirigirse a Dakar, casi 450 millas más al Norte.
El primer día de navegación el crucero de escolta Fiji fue torpedeado, cerca de Rockall, por el submarino U-32 y tuvo que regresar al estuario del Clyde, siendo sustituido por el crucero Australia. Este fue el principio de una larga serie de amargas desilusiones y contratiempos que parecieron perseguir la empresa desde el principio  hasta el fin.
BUQUES
Los buques se dirigían hacia el Sur más lentamente de lo que estaba previsto. El 11 de Septiembre, cuando se encontraban casi a  300 millas al noroeste de Dakar, el Almirante Cunningham supo, por un mensaje radiado desde Gibraltar, que aquella  misma mañana una división francesa formada por tres cruceros y tres grandes destructores había atravesado el estrecho entrando en el Océano Atlántico y que se dirigía hacia el Sudoeste.
Según los términos del armisticio, el Gobierno de Vichy estaba obligado a pedir autorización a Alemania y a Italia antes de trasladar cualquier buque de un puerto a otro. Y efectivamente el envío de esta división desde Tolón a Dakar y a Libreville había sido autorizado con el objeto de restaurar la autoridad de Vichy en el Africa ecuatorial francesa, donde dos de las colonias se habían pronunciado a favor de De Gaulle
Pero en el Almirantazgo sabían solamente que esos buques habían atravesado el estrecho, y suponían, erróneamente, que Vichy, informada con tiempo de la Operación “Menace”, los enviaba a Dakar para reforzar su defensa, o quizás, incluso para ocupar la base por cuenta de los alemanes.
La línea política del  gobierno inglés respecto a los buques de guerra de Vichy había sido definida el 12 de Julio, poco después del ataque al Richeliu por los aviones torpederos en el puerto de Dakar.


De Gaulle con el General Spears representante de Churchill.

TENSION
 Para reducir la tensión entre la Marina francesa y la británica, se decidió no emprender  más acciones contra los barcos fondeados en los puertos coloniales o en los del Norte de Africa reservándose, en cambio, el derecho de impedir cualquier posible traslado a los puertos dominados por el enemigo.
Por este motivo el Almirante sir Dudley North, que se hallaba en Gibraltar y no estaba informado de la Operación “Menace”, consideró que no había motivo para oponerse al  paso del estrecho, que se efectuó el 11 de Septiembre a primeras horas de la mañana.
Y así cuando el Almirante Somerville recibió la orden de impedir que las unidades de Vichy llegaran a Dakar y salió de Gibraltar a bordo del crucero de batalla Renown, junto con tres destructores eran ya las 16.30: demasiado tarde, pues a la misma hora los buques franceses llegaban a Casablanca, repostaban y antes del amanecer, salian de nuevo hacia Dakar. Sólo el 14 de Septiembgre, Cunningham, siempre or orden del Almirantazgo- envió al Ark Royal, loos cruceros y los destructores de la Fuerza M hacia el Norte , con el objeto deque patrullasen el largo de las costas de Dakar con la esperanza de interceptaer los barcos franceses. Mientras tanto, los dos acorazados y el convoy militar continuaban su ruta con destino a Freetown.
Entonces intervinieron en la búsqueda los cruceros Cornwall y Cumberland de la base operativa del Atlántico meriodional. Pero también esta vez los ingleses llegaron demasiado tarde, ya que los tres cruceros rápidos del Contralmirante Bourraggué.
FUERZA Y
 El Georges Leygues, el Montcalm y el Gloire, designados convencionalmente como Fuerza Y- llegaban a Dakar el 14 de Septiermbre a las 16.00 horas, regresando entonces a Casablanca los tres destructores.
La llegada de la Fuerza Y a Dakar comunicada abiertamente por radio a Vichy, la confirmaron al día siguiente los aviones de reconocimiento del Ark Eoyal. Cunningham se retiró, entonces, con todos sus buques hacia Freetown, dejando e guardia frente a las costas de Dakar al crucero Cumberland.
¿Qué hacer entonces? El gabinete de guerra se dio cuenta de que las operaciones en Africa occidental podían conducir a la guerra con la Francia de Vichy. El Gobierno había aprobado los planes de la Operación “Menace” basándose en la confianza de De Gaulle de que Dakar y el Africa occidental francesa se unirían a su causa con la misma facilidad con que lo hicieron el Chad y otros territorios del Africa ecuatorial.
Después de muchos aplazamientos, el 28 de Agosto llegaron a Londres los oficiales de enlace del Ejército y la Marina ingleses que estuvieron destacados en  Dakar antes de la caída de Francia. Según su opinión, el gobernador general y la guarnición de Dakar eran fieles a Vichy y por lo tanto opondrían una resuelta y eficaz resistencia acualquier tentativa de desembarco.
CONFERENCIA
Pero este nuevo elemento de juicio no fue considerado como suficiente para anular una operación ya aprobada y en curso. No obstante, después del fracaso de los esfuerzos combinados de la Fuerza M de Cunningham y de los barcos de Somerville para interceptar los cruceros franceses, el Almirantazgo volvió a considerar el asunto.
A primeras horas de la tarde del 16 de Septiembre, mientras se acercaba a Freetown, Cunningham fue informado de que el gobierno consideraba que la Operación” Menace” no era ya realizable, y aconsejaba a De Gaulle que desembarcase sus tropas en Douala. Llegados a Freetown, Cunningham e Irwin conferenciaron en seguida con De Gaulle, el cual insistió obstinadamente en realizar la Operación Dakar según sus propios planes.
Para él, la llegada de la Y francesa al puerto senegalés tenía poca importancia. Por esta razón, los tres jefes comunicaron a Londres su confianza en el éxito de la operación y su vivo deseo de llevarla a cabo. Londres respondió autorizándoles a “hacer lo que creyeran ás indicado para conseguir los fines originales de la empresa”. Y los tres acordaron iniciar la operación el 22 de Septiembre.
A este complejo conjunto de proyectos y contraproyectos se sumó un nuevo factor. El 19 de Septiembre,, el crucero Australia que se encontraba casi a 250 millas al oeste de Fretown, donde fue envido para relevar al Cumberland en el servicio de vigilancia, avistó la Fuerza Y.


Panfleto de propaganda lanzado sobre Dakar

CRUCEROS
 Los tres cruceros franceses habían salido sin ser vistos de Dakar y se dirigían a Libreville, de acuerdo con las instrucciones recibidas al partir de Tolón. Los cruceros ingleses se apresuraron a perseguirlos con la esperanza de obligar a la Fuerza Y a dirigirse a Casablanca, mientras Cunningham, por su parte, salía de Freetown con el Devonshire y tres destructores, navegando a  toda máquina para apoyarlos.
Dos días antes, otro crucero francés el Primauguet había salido de Dakar, escoltando un buque cisterna que también se dirigía a Libreville para abastecer de combustible a la Fuerza Y tan pronto como llegara a su destino.
 El crucero y el petrolero precedían casi en 1,000 millas a la citada fuerza, cuando fueron interceptados por los cruceros Cornwall y Delhi. Apenas recibió el comandante del  Primauguet la intimación de regresar a Casablanca junto con el buque cisterna, se puso en comunicación por radio con el Almirante Bourragué, informándole de que tenía que escoger entre presentar batalla o someterse.
 El Almirante le ordenó que regresara con el petrolero a Casablanca, lo cual significaba que la Fuerza  Y debía renunciar al largo recorrido hasta Libreville, puesto que allí no podría abastecerse de combustible.
SUSTITUCION
Bourragué ordenó  entonces invertir el rumbo a sus navíos, aumentó la velocidad a 30 nudos y se lanzó hacia Dakar, seguido por el Cumberland y el Australia, también a toda maquina. Sin hacer caso de sus advertencias, el 20 de Septiembre consiguió hacer llegar a Dakar, su propio buque insignia, el Georges Leygues y el Montcalm.
El Gloire que quedó rezagado por averías en sus maquinas se dejó convencer finalmente por el Australia y regreso  a Casablanca. El Almirante Darlan no aprobó la conducta de Bourragué, por lo que fue  sustituido en el mando de la Fuerza Y por otro almirante.
Estos contactos en alta mar entre barcos de guerra ingleses y fanceses se caracterizaron por un intercambio continuo no de disparos, sino de mensajes, que reflejaban la común preocupación por evitar el empleo de la fuerza. Considerando las dificultades idiomáticas y lo delicado de la situación, no es de extrañar que a veces los mensajes oscilaran entre el tono patético y el cómico.
Las medidas tomadas por Cunningham consiguieron interceptar la nota de Libfreville a cuatro cruceros de Vichy, o0bligándoles a dirigirse a Casablanca, pero lo cierto es que la Operación “Menace” tuvo que aplazarse.
MENSAJE
La división completa y los transportes partieron de Freetown entre el 19 y el 21 de Septiembre, llegando a Dakar al amanecer del día 23. Según el plan, los buques de guerra debían permanecer en alta mar, mientras cuatro aviadores de la Francia libre, a bordo de sus pequeños aviones de turismo que despegarían del Ark Royal, efectuarían un aterrizaje por sorpresa en el campo de Oukam, donde tenían que establecer los primeros contactos.
Otros aparatos arrojarían octavillas sobre la ciudad, y mientras tanto como delegados de De Gaulle, al mando del Capitán de Corbeta Thierry D’Argenlieu, entrarían  en el puerto en una motora para entregar un mensaje al gobernador general Boisson. Todo dependía de la acogida que tuviera este mensaje.
En el preciso momento en que los barcos se acercaban a la costa se formó una espesa niebla que, poco a poco, mientras amanecía, pareció hacerse más densa, lo que anuló el efecto psicológico previsto. Pues Churchill al discutir con De Gaulle, imaginó el efecto que causaría en la población la aparición de la flota.
La niebla impidió también cualquier posible intención de bombardear el puerto, pues los aviones del Ark Royal no hubieran podido efectuar el reconocimiento aéreo y, por otra parte, los acorazados y cruceros de Cunningham se habrían visto obligados a abrir fuego a muy poca distancia contra los cañones de 240 mm de las baterías de los fuertes y los de 381 mm del Richeliu. 
INGRESO
Los aviadores de la Francia libre aterrizaron en Outkam según el plan establecido. Y una vez capturado el comandante del campo, que se les había acercado confiadamente, cursaron la señal convenida  de “éxito” que lleno de esperanza a las tripulaciones de los Swordfish a punto de despegar. Pero los invasores fueron reducidos rápidamente por la guardia de campo.
Mientras tanto, los emisarios de De Gaulle entraban en el puerto en dos motoras de una corbeta francesa y solicitaban ser conducidos a presencia del gobernador. El Almirante Landriau, que mandaba la base naval y había escuchado la primera llamada por radio de De Gaulle ordenó que los arrestaran, pero los emisarios lograron escapar en las motoras bajo el fuego de las ametralladoras.
Antes de las 7 de la mañana, De Gaulle había hecho una llamada por radio solicitando permiso para desembarcar ssu tropas y añadiendo que si todo se realizaba sin incidentes la poderosa división inglesa no intervendría. Y una hora después, cuando sus emisarios fueron rechazados, advirtió que una posterior resistencia tendría graves consecuencias.
En efecto, las baterías de Fort Manuel y de la Isla de Gorée abrieron el fuego lento pero bien dirigido, contra los buques ingleses. Los submarinos Persée y Ajax salieron del puerto, siendo perseguidos por los destructores Inglefield y Forsesight, que fueron alcanzados por las baterías costeras.


El fuego de las bagterias costeras.

HUNDIMIENTO
El Persée se hundió después de recibir un cañonazo, mientras intentaba torpedear en superficie al acorazado Barham. A una distancia de unos 5,400 metros, el acorazado disparó ssu cañones de 381 mm contra el fuerte. Algunos proyectiles cayeron  en la ciudad,  causando víctimas en la población civil.
A las 11.30,el destructor Sorsight fue alcanzado nuevamente y el crucero Cumberland resultó con serios desperfectos al recibir un proyectil de 240 mm, por lo que debió retirarse sin participar ya en la operación.
A pesar de que la situación no permitía esperar nada bueno, Cunnningham e Irwin confiaban aún en realizar el desembarco sin resistencia  en Rufisque, un pequeño puerto en la punta más alejada de la bahía que distaba casi 16 kilómetros de Dakar.
De Gaulle estuvo de acuerdo con la idea de emplear sus corbetas para desembarcar 180 hombres en la zona pantanosa de la bahía de Rufisque. Mientras tanto, el destructor francés L’Audacieux había salido del muelle oriente de la isla de Gorée y se aproximaba amenazadoramente a las corbetas gaullistas que habían entrado en Rufisque. 
TORPEDOS
Los dos torpedos que lanzó contra el Australia no dieron en el blanco y entonces L’Audacieux cayó bajo el fuego del crucero y de dos destructores. Más de 80 hombres de la tripulación murieron y el barco, en llamas, fue a la deriva y encalló en la playa.
Las dos pequeñas corbetas con 60 fusiliers marins a bordo de cada una de ellas entraron intrépidamente en el  puerto de Rufisque. Un exiguo grupo de hombres armados bajó a tierra mientras l corbeta mayor echaba al agua las lanchas para los refuerzos. Pero los hombres fueron acogidos por los disparos de una cercana bateríia de 101 mm y un destacamento de ingleses apuntó sus ametralladoras contra las lanchas de la tropa de refuerzo.
Los que habían desembarcado se vieron obligados a embarcar de nuevo y las corbetas se alejaron. De Gaulle que se encontraba a bordo del buque de pasaje Westerland estaba completamente decidido a renunciar al intento, reforzando su decisión el hecho de que los dos cruceros de la Fuerza francesa habían sido avistados rumbo a la bahía de Rufisque.
Las autoridades de Dakar acababan de demostrar claramente que estaban resueltas a oponerse con las armas a cualquier ataque. Sin embargo era preciso reconocer que las operaciones habían sido seriamente obstaculizadas por la niebla. Londres había sido informada con todo detalle de lo sucedido.
ULTIMATUM
La misma noche, los comandantes ingleses y De Gaulle de común acuerdo después de haberse reunido transmitieron por radio al gobernador general y a la población de Dakar un ultimátum en el que manifestaban su propósito de impedir a toda costa que los alemanes se apoderaran de la base y solicitaban que la rendición se efectuara de inmediato. Boisson indico que no habría rendición.
Los acorazados y los cruceros de Cunningham volvieron a ocupar sus posiciones frente a la costa de Dakar. Los buques tuvieron que acercarse bastante para poder reconocer los objetivos. Los aparatos del Ark Royal bombardearon los fuertes y el Richeliu e intentaron asimismo torpedear los cruceros de la Fuerza.
Los ataques aéreos produjeron efectos insignificantes y, en cambio, fueron abatidos tres Swordfish. El submarino francés Ajax fue hundido por el destructor Fortune mientras estaba torpedeando a los acorazados. Estos abrieron fuego contra el Richeliu. Los buques atacantes se retiraron hacia el sur, donde se vieron expuestos a los ineficaces ataques de los bombarderos Glen Martin que volaban a gran altura. 
Los navíos británicos reanudaron el bombardeo durante media hora, siendo alcanzado el acorazados Barham cuatro veces por el fuego de la defensa. De Gaulle subió a bordo del acorazado Barham para conferenciar con Cunningham e Irwin. Reconoció haber subestimado la potencia de la defensa y dijo que no venía ningún motivo para continuar los bombardeos, que inevitablemente ocasionarían otras muchas víctimas con grave perjuicio para su causa
Opinaba que un desembarco de las fuerzas británicas no er ya factible. Prefería enviar sus propias unidades a Bathurst, a fin de que se preparasen para una acción contra Dakar por tierra, antes que efectuar un segundo intento de desembarco.
La otra alternativa que propuso fue un intento de marchar contra Dakar, tras un desembarco de tropas en los tamos poco definidos de la costa, como por ejemplo en Saint-Louis. Los ingleses determinaron que a pesar de todo convenía repetir el ataque. Pero antes de intentar el desembarco era esencial reducir al silencio los fuertes y poner fuera de combate el Richeliu y los dos cruceros.
El Richeliu abrió fuego contra el Barham que se encontraba a una distancia de 21 mil metros. El  último submarino que queda de la Flota de Vichy, el Bévérziers, lanzó cuatro torpedos contra el acorazado Resolution. Uno lo alcanzó en el centro, provocando una gran vía de agua. Cunningham ordenó que dos de sus destructores lo cubrieran con una cortina de humo, y mientras tanto el Barham contenía al Richeliu, el Devonshire atacaba el fuerte Manuel y el Australian abría fuego contra los cruceros franceses.


Acorazado Richeliu disparando una cortina de humo

TRES BARCOS
Los tres barcos ingleses fueron alcanzados por las baterías de la defensa.: el Barham una vez y el Australian dos. El primero ceso el fuego y se retiró hacia el Sur, seguido por los dos cruceros y cubierto por los cazas del Ark Royal. El Resolution que navegaba a una velocidad máxima de diez nudos fue atacado dos veces por bombarderos que volaban a una gran altura. Sin embargo, consiguió escapar sin sufrir mas daños.
Las escuadrillas francesas pusieron de manifiesto su superioridad respecto a las británicas. El Almirante Cunningham decidió, pues, renunciar al proyecto y todas las fuerzas recibieron la orden de retirarse a Freetown.
Este fue el final de una empresa nacida bajo signo adverso y basada en informaciones militares y políticas inexactas. Ciertos actos de insubordinación en el momento de la acción inglesa contra el Richeliu fueron erróneamente interpretadas en Londres. Al parecer se tomaron como prueba de adhesión al gaullismo, cuando en realidad, habían sido motivados tan sólo por razones relativas al servicio y la desmovilización. 
DIRECTRICES
En cuanto a las directrices británicas era ilógico atacar los barcos de guerra de Vichy en sus bases y evitar en cambio un encuentro en mar abierto. El ataque a Dakar provocó la orden de Vichy de una inmediata represalia, a base de dos incursiones aéreas a Gibraltar que no ocasionaron grandes daños. Dakar continúo en poder de Vichy hasta el año 1942, cuando los angloamericanos desembarcaron en el norte de Africa. Entonces el puerto con toda la guarnición y los barcos hizo causa común con los Aliados.
Hitler no supo interpretar la indignación de Vichy tras ls episodios de Orán y Dakar. Un día después del  fracaso de la Operación “Menaco” recibió un informe directo del Almirante Raeder e el que le exponía los peligros de una agresión contra la URSS-proyecto que el Führer ya forjaba e intento convencerlo para que pensara primero e la derrota de Inglaterra, continuando la guerra en el mar desde los puertos atlánticos
Raeder insistió, además, en una política conciliadora con Francia para asegurarse el Africa y establecer el predominio del Eje en el Mediterráneo. Pero el Führer  tenía otras ideas. Su fracasado intento en Hendaya para conseguir la participación activa de Franco en la guerra y la actitud ambigua que adoptó en Montoire con Pétain, consiguieron el efecto opuesto, provocando la hostilidad de los colaboracionistas de Vichy en vez de asegurarse su apoyo.
CONSOLIDACION
Tampoco hay que olvidar algunos resultados de la Operación “Menace”, por ejemplo, el estado en que quedaron los cuatro cruceros de Vichy les impidió llegar hasta Libreville y  De Gaulle pudo así consolidar su autoridad en todo el Africa occidental francesa. El acorazado Barham regreso al Mediterráneo requerido con urgencia y el Resolution se quedó en Gibraltar para ser reparado.
Otros buques que habían participado en la operación sirvieron de escolta a las fuerzas de la Francia libre que partieron e de Freetown hacia Douala, en el Camerún francés.  Pero las divergencias entre De Gaulle y el gobierno inglés respecto a las operaciones siguientes acabaron por provocar la orden al Almirante Cunningham para que no apoyase al  general en la conquista de Libreville y de Port Gentil en el Gabón.
Cunningham traslado su insignia al crucero Neptune  y permaneció temporalmente en Camerún para impedir cualquier posible intento de parte de Dakar  de restaurar la la autoridad e Vichy en aquellas lejanas colonias. A mediados de Noviembre, con sus escasas tropas, De Gaulle ya había conquistado todo el Africa ecuatorial francesa.
Considerado en su perspectiva histórica, el fracaso de Dakar no fue más que un contratiempo. No obstante, en el momento en que el mundo se preguntaba si Inglaterra podría oponerse sola al imperialismo alemán, constituyó un duro golpe para su prestigio. (Editado, resumido  y condensado de la Revista “Así fue la Segunda Guerra Mundial”).

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