lunes, 11 de noviembre de 2013

PAZ SOLDAN: EL PRIMERO EN TODO

Como escritor tiene evidentes sitiales de ser el primero en hacer investigaciones y en tal posición privilegiada destacó considerablemente. Hizo en ese lugar que implica reconocimiento evidente la Historia del Perú Independiente. Lo mismo pasó con el Atlas Geográfico del país, el número 1 de su género. Prosiguió con sus estudios y salió, de la misma forma, la narración histórica de la Guerra de Chile contra Perú y Bolivia, la inicial que leyeron los peruanos tras la terrible conflagración. Primero en todo no lo olvidemos y he allí su merito.
En su condición de hombre de leyes y jurisconsulto consiguió especializarse en Ciencia Penitenciaria y fue el  impulsor de la famosa Penitenciaría de Lima, ubicada en aquel entonces al sur de la ciudad cerca de las Murallas. Este sector se convirtió, con el paso de los años, en la avenida Paseo de la República y al frente estaba, como ahora, el Palacio de Justicia. La cárcel  operó y estuvo en funciones desde 1862, hasta que la demolieron en 1961 del siguiente siglo. Con una vigencia de cerca de 100 años. Este recinto fue también el primero en modernidad  con aplicaciones y reglamentos de trato de avanzada a los reclusos, buscando su  readaptación social y tomando en cuenta los adelantos que se habían conseguido  tanto en Estados Unidos como en Europa.
Mariano Felipe Paz Soldán ostentó tales bastiones como producto de su intelectualidad y conocimientos con sus marcadas actividades de hombre público eficiente. Fue historiador, abogado, diplomático juez y criminalista.
 Canciller de la República en 1857 en tiempos de Castilla y Ministro de Justicia e Instrucción  en dos oportunidades: de 1869  a 1870 cuando el mandato de Balta  y entre 1878 y 1879, siendo Presidente de la República Mariano Ignacio Prado.
Mariano Felipe Paz Soldán
Mariano Felipe Paz Soldán.

AREQUIPEÑO
Nació en  Arequipa a los pocos días en que los peruanos lograron la Independencia nacional, el  22 de Agosto de 1821. Hijo de Manuel Paz Soldán, funcionario colonial de origen panameño  y Gregoria Ureta Peralta y Araníbar, de antigua raigambre mistiana.
Estudió en el Seminario San Jerónimo de su ciudad natal y luego pasó a la Universidad Nacional de San Agustín, donde estudio Derecho.  En su calidad de flamante profesional, lo encontramos como redactor del periódico “El Repertorio Peruano”. Posteriormente lo nombraron Juez de Primera Instancia de Chota, Celendín y Cajamarca.
Durante su estadía en la última ciudad andina ubicada en el norte del país, el magistrado despliega sus  talentos en la transformación de la vieja cárcel local, aplicando modelos franceses caracterizados en servirse de la propia fuerza de trabajo de los reclusos, quienes con el apoyo de las autoridades, construyeron un nuevo establecimiento penitenciario en el que los presos  vivieron de forma más digna.
Sus ideas humanitarias se volcaron en  “La Aurora”, el segundo periódico de Cajamarca que lo fundó con mucho entusiasmo. Lo destacaron al Callao  como Juez de Primera Instancia, mandato que ejerce impecablemente hasta 1856.
VIAJES
Interrumpió sus labores jurisdiccionales y viajó a Colombia y Venezuela enviado por el Gobierno, como Secretario de la Legación Peruana en esos países. De allí pasó a Estados Unidos con el encargo de estudiar los modelos carcelarios del coloso del norte y su aplicación en el Perú.
Sus observaciones sobre las, cárceles y casas de prisión correccionales fueron reunidas en su notable “Examen de las Penitenciarias en Estados Unidos”, publicado en la ciudad de Nueva York en 1853.
El trabajo lo organizó en dos partes. En la primera se describió  los establecimientos penales de Pennsilvania, Nueva York y Massachusetts con especial detalle en su régimen interior, personal y trato a los reclusos. En la segunda sección ensayó un estudio teórico-práctico de las  cárceles peruanas y su deplorable situación.
En la publicación contrasta los dos sistemas carcelarios predominantes en los Estados Unidos. El de rígido aislamiento bajo celdas y el sustentado al trabajo diurno de los internos y el confinamiento  por las noches, sistema al que se adhiere el abogado peruano.
Retornó al Perú en  enero de 1854 y no pudo interesar al Estado en sus proyectos penitenciarios por la crisis política y la escasez de recursos derivados de la guerra civil imperante. Sin embargo,  posteriormente durante el gobierno de Castilla, el caudillo le encarga el diseño de una nueva Penitenciaria para Lima.


Mapa Mineralogico del Atlas de Paz Soldán.

MODERNIDAD
Dicho establecimiento fue concebido por Paz Soldán como un centro moderno de readaptación  penal. Según el reglamento redactado de puño y letra por el especialista, los preceptos de aseo, silencio, obediencia y trabajo eran la norma.
 Por primera vez se estableció un régimen de visitas médicas, la revisión semanal de los reclusos, las visitas de los familiares  ofreciendo servicios religiosos a quienes fuesen creyentes. Había respeto a los  credos de este tipo, dentro de la libertad de cultos imperante.
Este reglamento de la inspiración de Paz Soldán que era impecable fue vulnerado infinidad de veces a lo largo de los años por razones políticas y por la exigencia de las dictaduras que no siguieron las recomendaciones.
 A tal extremo que hasta ahora el problema de las cárceles, desde el punto de vista social y de readaptación, no ha sido resuelto   y seguimos en las mismas. Hasta creemos que peor por la mayor cantidad de población existente, entre muchísimas otras razones. Pero vale la pena recordar el esfuerzo del que se convirtió en precursor de los asuntos penitenciarios modernos. 
INAUGURACION
La primera piedra de la construcción de la Penitenciaria la colocó el Presidente Castilla el 31 de Enero de 1856. Los planos fueron hechos por el Arquitecto Max Mimey, quien siguiendo las indicaciones de Paz Soldán, se inspiró en modelos norteamericanos.  La inauguraron el 23 de Julio de 1862. Con su imponente fabrica en granito,sus 312 celdas y un complejo sistema de oficinas, talleres, capilla y hasta pasadizos  subterráneos para el tránsito seguro del personal.
El principal penal de  Lima fue durante muchos años uno de los edificios más llamativos y sólidos de la capital. Naturalmente fue  Paz Soldán el primer director del Panóptico. Entre los años 1862 y 1864.
El jurisconsulto mistiano fue nombrado Director de Obras Públicas, puesto que desempeña ocho años entre l860 y 1868. Como tal, auspició la construcción de las vías de comunicación de Mollendo a Arequipa y de Lima a Jauja. Lo mismo que la construcción de varios muelles en el litoral. Los monumentos erigidos en Lima,  en honor a Cristóbal Colón y Simón Bolívar, también serían establecidos por su iniciativa.
Luego se le encomendó las responsabilidades de Director General de Contribuciones, Superintendente de la Escuela de Artes y Oficios y Ministro de Justicia e Instrucción. En este despacho desplegó una labor ordenadora en el ramo de la educación, mediante la fijación de las sumas presupuestarias para el funcionamiento de las escuelas y los sueldos de los maestros. Atendió, asimismo, la organización y el necesario incremento de las cátedras universitarias.



La Penitenciaria de Lima en 1875

CARGOS
Apareció como Vocal del Tribunal de Responsabilidad, una  suerte de instancia de casación en la medida que tenía  la potestad de revisar los fallos de la Corte Suprema. Los otros cargos públicos que desempeño fueron: Inspector General del  Archivo Nacional, Visitador General de Correos y Presidente de la Comisión Nacional de Demarcación Territorial.
Emigró a la Argentina cuando las fuerzas chilenas ocuparon la capital en plena Guerra del Pacífico para desempeñar el cargo diplomático de Ministro Plenipotenciario y Enviado Extraordinario en ese país. Alli en el extranjero continuó escribiendo y  ejerció el magisterio en diversas universidades.
Retornó al país en 1885. El estudioso se daba tiempo para coleccionar libros, mapas y documentos. Fruto de sus pesquisas especializadas publicó un folleto sobre “El Asesinato de Monteagudo”, el ministro del gobierno presidido por don José de San Martín.
Una de sus obras fundamentales fue “La Historia del Perú Independiente” donde acoge los testimonios de los personajes que alcanzó a conocer en el curso de su vida pública. Asimismo las informaciones de un impresionante acopio documental de la época que trató concienzudamente. Una obra, eminentemente, precursora.
OBRAS
Otra de sus inquietudes se cristalizó en un campo especializado con trabajos cartográficos y descriptivos. En efecto, editó “La Geografía del Perú”, obra cuyo autor fue su hermano Mateo Paz Soldán que dejó inédita.
Publicó bajo su pluma el  “Atlas Geográfico del Perú”, primero en su género y el “Diccionario Geográfico Estadístico del Perú que contenía la etimología aymara y quechua de lagos,  ríos, cerros, etc.
Otras de sus publicaciones fueron: “Verdaderos Límites entre Perú y Bolivia”, “Diccionario Geográfico Estadístico de la República Argentina” y el Atlas de este país. Editó la “Revista Peruana” en cinco volúmenes. Falleció en Lima el 31 de Diciembre de 1886.
En su condición de abogado sacó a luz el “Indice Analítico de los Códigos y Leyes Secundarias con Apéndices y Reglamentos”, contribuyendo a la evolución del Derecho Civil Peruano. Con esta contribución, puso a disposición de los letrados un instrumento de gran utilidad cuando recientemente se había promulgado el Código Civil y se necesitaba una renovación radical en la forma como se organizaba el material legislativo. El volumen sirvió para encontrar las leyes con sus correspondientes actividades en forma rápida, precisa. Es decir, con suma facilidad.
El Atlas del Perú de Paz Soldán ha sido reeditado en el 2012 por la Universidad Nacional Mayor de San Marcos y el Instituto Francés de Estudios Andinos. Lo que demuestra la valía de este hombre que es el fundador de la moderna historiografía peruana.
Intelectual de polendas con su característica  primigenia constante. Mapas, lugares, números, datos, geografía, diplomacia, derecho, códigos y ciencia penitenciaria. Especialidades múltiples de este peruano que vale recordarlo por siempre y para siempre. (Noé)

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