martes, 30 de julio de 2013

PORTILLO: SOLDADO DE GESTA MAYOR

La extensa provincia loretana que cruza el Ucayali engrosando su caudal en la medida que avanza aguas arriba, lleva el nombre de un ilustre peruano: Coronel Portillo. A más de combatiente, autoridad y viajero fue un visionario. Un descubridor de horizontes ya que afirmó más allá de la quimera,-tras la espesura de la manigua, la hostilidad de los climas, la turbulencia de los ríos-, la superficie real y física de la Amazonía.
Porque se debe, sobre todo, a Pedro Portillo, el ensueño magistral de reafirmar sobre el terreno, señalando hitos, las extensiones de nuestra selva que se debatían en tratados internacionales.  Su terco patriotismo, su ilimitada vehemencia, su porfía, lo impulsaban a defender aquello que él decía es peruano desde los orígenes de la nacionalidad. Suelo y bosque, río y cielos del Perú.
Gran constructor de este país, Portillo hombre culto e ilustre, estadista emprendedor y honorable, pujante promotor de empresas materiales y espirituales, no es notoriamente conocido. El historiador Jorge Basadre, sin embargo, le dedica dos capítulos en su “Historia de la República”, no sólo para recapitular sus gestiones en la Prefectura de Loreto y Ayacucho sino su intervención como Ministro de Fomento, resaltando sus dos gestiones, durante los años de 1891 al 1896 y luego de 1901. Fue sabia y afirmativa su administración de tan vastos como enmarañados territorios.

Pedro Portillo

PLANOS
Raúl Porras Barrenechea señala que Portillo fue “el gran coordinador de las investigaciones de la inmensa red fluvial del Amazonas, recorriendo sus afluentes levantó los planos del curso de estos ríos a base de observaciones astronómicas y formando con ellos un Mapa General del Perú (1906) y el Atlas de Loreto (1908),que prestigian la cartografía de su época. Entre sus colaboradores aparecen los marinos Pedro Buenaño, Oscar Mavila, Germán Stiglich, Zavala, Donayre, Enrique Espinar, Numa León, R. Rossel, Kruger, el explorador Hassel, Camilo Vallejos y Carlos Hoempler.
Portillo puso las bases del conocimiento científico de la hidrografía amazónica, a la vez que los hitos de la posesión peruana en todos los afluentes septentrionales del Marañón.
De otro lado, Víctor Andrés Belaúnde afirma que Pedro Portillo no sólo fue un administrador progresista y celoso, sino el valiente explorador de casi todos los ríos de la región, entre ellos el Marañón, Ucayali, Amazonas, Putumayo, el Yurúa, el Pachitea, el Tigre, el Morona y el Pastaza. El puso su despacho prefectural en los vapores, las balsas y canoas que remontaba para tomar directo conocimiento de la realidad de aquellas comarcas.
El Coronel Pedro Portillo nacido en Huacho en 1856 fue uno de los sobrevivientes del combate de Arica el 7 de Junio de 1880. Como Prefecto de Ayacucho inició y llevó a cabo una expedición el 18 de Mayo de 1900 que exploró las montañas del departamento, centro de posibles desarrollos de grandes alcances regionales y nacionales, y navegó los ríos Apurímac, boca del Mantaro, Ene, boca del Perené, Pachitea y Pichis.
PREFECTO
Entre Junio de 1901 y Agosto de 1904, Portillo tuvo a su cargo la Prefectura de Loreto. Su labor alcanzó el relieve de lo notable. Viajó de Lima por la vía del Pichis, salió el 15 de Abril y llegó a Iquitos el 4 de Junio. No fue esta ruta la que satisfizo más a Portillo sino la de Paita al Pongo de Manseriche y, en el centro, la del Perené. Desde Iquitos, Portillo fue un gran explorador de la zona, navegó por los ríos Marañón Amazonas, Yavarí, Putumayo, Napo y  la parte baja de los ríos Tigre, Morona, Pastaza, Cangaza, Apaca, Potro y Cahuapanas. Así como por todo el Bajo Ucayali, el Chamaya, parte del Alto Yurúa, el Pachitea. Usó para ello la canoa, la balsa, la lancha y el vapor de distinto calado. Estudió la navegabilidad de estas vías, las distancias a Iquitos calculadas en horas de navegación y las condiciones sanitarias de la zona visitada.
Cuando ejerció el cargo de Prefecto de Iquitos, siendo Presidente Eduardo López de Romaña, se le recomendó oficialmente que no se ausentara por mucho tiempo de su fresca oficina. Pero él no era un funcionario para presidir actos oficiales en sillones de raso y cuero, ni para ser primera autoridad de una capital que más se comunicaba con Europa que con Lima, la Iquitos de la era del caucho que brindaba bailes con champán francés. Portillo se abalanzó de nuevo a los ríos y navegándolos días enteros descubrió sus cauces y canales y los territorios que lo orillaban.
Extendió la diestra a los nativos, les llevó medicinas y herramientas. Fue un misionero laico que en lugar de la Biblia llevó los códigos para leer y enseñarles y las Winchester para hacerlos respetar.


Una vista hermosa de Pucallpa, la capital de Coronel Portillo

MAPA Y ATLAS
Pero, Portillo hizo mucho más, elaboró el Mapa General del Perú y formó el atlas del departamento, verdadero monumento geográfico. Esta excelsa obra científica y política se coordina con la obra histórica y científica del Archivo de Límites del Ministerio de Relaciones Exteriores, que de 1899 a 1930 dirige y encauza las actividades cartográficas, exhuma documentos y viejos mapas, prepara las pruebas de la posesión territorial, ordena levantamientos y exploraciones, traza nuevas cartas con los hallazgos históricos y geográficos y las líneas de los tratados o de las demarcaciones definitivas. Gracias a este archivo se levantó la mejor mapoteca peruana existente hasta hoy.
Pedro Portillo defendió la soberanía peruana en territorios en litigio al establecer puestos  y lugares de irradiación. Obra suya fueron, por ejemplo, la comisaría de Tarapacá en el Putumayo y la subcomisaría de Arica y el caserío de Tacna en la misma región. Puerto Portillo fue erigido en el Alto  Yurúa. La penetración extranjera se detuvo. El prefecto avizor fue tan opuesto a ella, como los crímenes de los gamonales.
Y  porque creía que era portador de una misión superior fundaba puestos fronterizos y construía escuelas a las que él mismo conseguía sencillas carpetas y textos indispensables. Amoroso de los puertos fluviales, los bautizaba con los nombres de Grau y Raimondi. 
COLONIZACION
Otro aporte suyo fue señalar los lugares y las zonas que, a su juicio, eran los más propicios para las pacíficas y fructíferas batallas de la colonización en los terrenos de los ríos Ene, Tambo y Urubamba que desembocan por la orilla izquierda del Alto Urubamba y sus afluentes y  en todo el Alto Marañón con sus afluentes Santiago, Cangaya, Huarico y Nieva.
Un hecho que demuestra su honestidad como político lo revela el elogio que le hiciera el Senador arequipeño, Juan José Reinoso, en el Parlamento al exclamar: “Ha sido Prefecto de Loreto y ha  regresado pobre.
El más vibrante ensueño del  Coronel Pedro Portillo fue afianzar no sólo en el hito tácito, sino en el material, los límites del Perú amazónico. Delineó las fronteras que consideró inviolables y definitivas. Tuvo el panorama de una Amazonía integrada por el progreso de la comunicación y los transportes a las hondas raíces de la entraña misma del Perú.

Fallece tranquilamente en la ciudad de Lima, en 1916.  (Jorge Donayre Belaúnde)

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