domingo, 30 de junio de 2013

REBELION EN EL DESIERTO

El Mediterráneo oriental y el Oriente Medio eran zonas de vital importancia estratégica, tanto para Gran Bretaña como para el Eje. Mientras en Grecia y en el desierto libio los alemanes avanzaban irresistiblemente, intervino en el conflicto otro factor: la insurrección en Irak, capitaneada por Rashid Alí.
Tras la desaparición del imperio otomano, al final de la Gran Guerra, la región designada hasta entonces con el nombre de Mesopotamia rica en yacimientos petrolíferos y constituida por los valles del Tigris y del Eufrates y por la extremidad noroccidental del gran desierto de Arabia, se convirtió en el reino de Irak.
De 1920 a 1930 Irak permaneció bajo mandato británico y lo gobernó el  rey Feisal ibn Hussein de Transjordania, antiguo amigo de Lawrence de Arabia. En 1930, al expirar el periodo de mandato, Gran Bretaña e Irak estipularon un tratado que permitía a los ingleses mantener en el país dos bases aéreas, una cerca del puerto de Basora  y la otra en Habbaniya, a 88 kilómetros al oeste de Bagdad, capital del reino. Dichas bases se encontraban en la ruta aérea Inglaterra-India-Extremo Oriente.
La protección de estas bases aéreas estaba asegurada por las tropas sirias y kurdas. Pero, según las cláusulas del acuerdo, también Irak estaba obligado a intervenir en apoyo de Gran Bretaña en caso de guerra, concediéndole toda la ayuda posible, como el uso de las líneas ferroviarias, los ríos, los puertos y los aeródromos. Además, las fuerzas inglesas tendrían derecho de tránsito por el territorio iraquí.


El Oriente Medio durante la Segunda Guerra Mundial.

REGENTE
Al estallar la Segunda Guerra Mundial, al frente del país, había un regente que gobernaba en nombre del nieto de  Feisal y que se llamaba como su abuelo: Feisal II.
A la sazón el prestigio inglés estaba declinando. En parte, porque la misma Inglaterra no había hecho mucho para mantenerlo, y en parte por la afirmación del nacionalismo árabe y por la propaganda del Eje.
Durante los siete años que permaneció en Irak, el hábil ministro alemán, doctor Grobba, supo tejer toda una red de relaciones inspiradas en sentimientos antibritánicos. Además en aquel período de los continuos cambios en la representación diplomática inglesa tuvieron efectos negativos para la presencia británica.
El día 1° de Abril de 1941, cuando estaba por llegar a Bagdad el nuevo embajador inglés, sir Kinahan  Cornwallis, un grupo militar denominado Golden Square  (Bloque de oro) capitaneado por Rashid Alí, político pagado por Alemania, se adueño del poder y decretó la deposición del  regente. El joven rey Feisal y su madre quedaron arrestados en palacio. Luego cuatro médicos, provistos de un certificado que atestiguaba la “muerte por colapso cardiaco”, se presentaron entonces en la residencia del regente.
LO QUE SE NECESITABA
 Pero éste había ya desaparecido de Bagdad, escondido en el coche del embajador norteamericano. En Habbaniya, antes de subir al avión que debía llevarlo a Transjordania bajo la protección del emir Abdullah, se encontró con el embajador británico que llegaba en aquel momento.
El representante diplomático inglés se vio obligado, ante el curso de los acontecimientos, a tratar con Rashid Alí, que era el jefe del nuevo gobierno de  facto.
El embajador comprendió que Rashid Ali necesitaba ante todo dos cosas: el reconocimiento oficial y en segundo lugar jugar con el tiempo en espera de que Alemania estuviera en condiciones de poder proporcionarle la ayuda necesaria para mantener en pie y con seguridad su régimen.
Mientras tanto el Gobierno británico que sabía muy bien que el General Wavell estaba agobiado por tener que dirigir las Actividades en tres frentes, el del Norte de Africa, el de Abisinia y el de Grecia, reaccionó con  inesperada rapidez, exigiendo el envío de todas las fuerzas que, en aquel momento, estaban disponibles en la India. Al mismo tiempo se dieron instrucciones al Embajador Cornwallis para que hiciese comprender a Rashjid Alí, de la forma más amistosa posible, que Gran Bretaña estaba decidida a ejercer sus derechos reconocidos por el tratado anglo iraquí, de “hacer pasar por el país las tropas destinadas a Palestina”.
INFORMAN
Rashid Alí fue informado del 16 de Abril y, como se daba cuenta de que no podía esperar una ayuda alemana inmediata a causa de la obstinada resistencia a que los ingleses presentaban en Grecia no hizo ninguna objeción y anunció oficialmente que Irak respetaría las obligaciones estipuladas en el tratado.
Para transportar las tropas de la India a irak era necesario el apoyo de la Royal Navy. El comandante naval del golfo Pérsico comodoro C. M Graham, solo disponía de cuatro pequeños buques de guerra,  los cuales reforzados con dos cruceros y el portaviones Hermes constituyeron la escolta destinada al convoy de ocho mercantes precedentes de la India. Los primeros llegaron a Shatt al –Arab, en la confluencia del Tigris y el Eufrates, el  18 de abril.
La víspera, un grupo de 400 oficiales y soldados del King’s Own Royal Regiment (KORR, el Regimiento del Rey), con doce ametralladoras ligeras, seis ametralladoras Vickers y dos fusiles contra carros, se habían trasladado de Carachi a Shuaiba, a bordo de aviones de transporte para proteger el desembarco de las tropas hindúes en Basora.


El enfrentamiento que costó tantas vidas.

INQUIETUD
La atmósfera que reinaba en Basora, respecto a las relaciones entre ingleses e iraquíes, era inquietante. Rashid Ali era famoso por su doblez y la opinión más difundida era que la aceptación de las obligaciones que se desprendían del tratado se anularía en el último momento con una orden de oponerse a los desembarcos. Sin embargo, y contra lo que se esperaba, los desembarcos se efectuaron sin incidentes.  Las tropas estaban bajo el mando del Mayor General W.A. K. Fraser, de la División 10 Hindú, quien en el momento del desembarco asumió la responsabilidad de todas las fuerzas británicas en Irak.
Las unidades inglesas junto con una compañía de nativos en Basora y otra en  Shu’aiba se destinaron a la protección de Ma’quill (zona portuaria de Basora) del aeropuerto civil, de la emisora de radio y del hospital de la RAF. Además organizaron la defensa contra posibles ataques de las fuerzas terrestres y aéreas iraquíes.
Entonces Rashid Alí anunció que “ningún otro contingente militar británico debería desembarcar en Irak hasta que las fuerzas que ya habían desembarcado hubieran salido hacia otros lugares y que, en ningún caso, las presentes en el país deberían ser superiores a una división”. En cambio, el gobierno británico consideraba que una división era el mínimo indispensable para guarnecer Irak y decidió la ampliación de la base de Basora para que pudiese acoger otras divisiones.
Con este fin Cornwallis recibió instrucciones de Londres de no establecer ningún tipo de compromiso con Rashid Alí en lo referente al movimiento de tropas.
ENVIO
Al mismo tiempo, se hizo todo lo posible para que la India enviase cuanto antes otra brigada de la División 10 hindú. Y aunque no se disponía aún de la brigada completa, se envió mientras tanto  un contingente de tropas auxiliares, que deberían llegar a Basora el 29 de Abril. El embajador británico esperó hasta el día 27 para informar a Rashild Alúi sobre esta nueva llegada de tropas. Pero este no quiso conceder el permiso de desembarco acusando a Inglaterra de abusar el tratado  para ocupar militarmente su país. No obstante, las tropas llegaron y desembarcaron sin más incidentes que las protestas verbales iraquíes. Pero este segundo desembarco indujo a Rashid]Alí  y al grupo de Golden Square a atacar a las fuerzas británicas sin esperar la ayuda alemana.
Decidieron lanzar el primer golpe contra la base de  Habbaniya que, por su proximidad a la capital, parecía ser una presa más fácil para el grueso de las fuerzas del Golden Square, que se hallaba concentrado en torno a Bagdad.
Unas 230 mujeres y niños ingleses y americanos, residentes en dicha ciudad, fueron conducidos a a Habbaniya bajo la protección de un oficial de la RAF y se les embarcó en un avión para alejarlos de aquella zona peligrosa. Trescientos sesenta ciudadanos británicos se refugiaron en la embajada inglesa y otros 160 encontraron hospitalidad en la de los Estados Unidos.


Un tren transporta suministros por Persia.

AVANZAN
Los que no habían tenido tiempo de llegar a alguna de las dos zonas protegidas por la extraterritorialidad, que en total sumaban varios centenares, fueron internados.
El 29 de Abril dos brigadas de infantería iraquí apoyadas por unidades mecanizadas  y de artillería, avanzaron hacia Bagdad. Luego se desviaron hacia el Oeste en dirección a Habbaniya, situándose al amanecer del día siguiente, en una altura que dominaba el aeródromo y el campamento británico. Otra brigada ocupó Ramadi, 22 kilómetros más al oeste, para impedir que los refuerzos británicos llegaran a la base aérea desde Palestina.
Los iraquíes ocuparon además los yacimientos septentrionales de la compañía de petróleo, dirigida por los ingleses e internaron a todos los empleados de nacionalidad británica. Interrumpieron el flujo de petróleo de Kirkuk a Haifa y lo dirigieron de nuevo hacia Siria. De esta forma, el mando británico del oriente medio quedó privado de los suministros que a partir de entonces, estuvieron a disposición del Eje.
El ejército iraquí que de por cierto había sido preparado por instructores ingleses, estaba constituido por cuatro divisiones: la 1 y la 3 tenían su puesto de mando en Bagdad y estaban bajo las órdenes, respectivamente, de los coroneles Kamil Sahib y Salah ed Din, ambos miembros del Golden Squadre. La División 2 se hallaba en Kirkuk, con un destacamento en Monsul y la 4 en Diwaniya, con destacamentos en algunos centros importantes. Alrededor de Bagdad se encontraban también las unidades mecanizadas iraquíes, mandadas por otro miembro del Golden Square, el coronel Fahmi Said.
ESCUADRONES
Las Fuerzas Aéreas de Irak cuyo comandante era el Coronel Mahmud, asimismo del Golden Square, comprendían siete escuadrones y cierto número de aviones escuela. El número total de aparatos era de 118,  pero se creía  que muchos no serían perfectamente operativos.
Habbaniya, unida a la capital por la pista del desierto que cruza el río a la altura de Al-Falluja, parecía una población inglesa.  El campamento se hallaba al norte del aeródromo y al sur había una altura amesetada, desde la que se dominaba toda la zona.  La parte llana de la cima estaba ocupada por las fuerzas iraquíes, que vigilaban desde allí del enorme barracón que se encontraba en primer plano y el gran depósito de agua del que dependía el abastecimiento hidráulico de toda la guarnición.
Al otro lado de la altiplanicie se extendía  la superficie del lago de Habbaniya, y en el que amerizaban los hidroaviones. A unos 27 kilómetros más al Oeste acampaba otra unidad iraquí, a la que Rashid Alí había reforzado notablemente, dándole los efectivos de una brigada. 
ALAMBRADA
En el interior de un perímetro rodeado por una alambrada reforzada con fortines de hormigón y cuya extensión era de de 11 kilómetros se hallaban el aeródromo, los almacenes, los depósitos de carburantes y de municiones, un hospital y los alojamientos para los militares, los paisanos y sus familias.
La guarnición de Habbaniya estaba al mando del general de división H.G. Smart, comandante de la aviación del sector iraquí. Y en la base se hallaban la escuela de pilotaje  N° 4, una escuadrilla de enlace mandada por el Coronel W.A. R. Saville, un millar de aviadores y 1,200 soldados reclutados en el lugar y mandados por un oficial británico, el Teniente Coronel J. A. Brawn. Había también 9 mil paisanos entre europeos, hindúes, árabes y kurdos. Entre el 27 y el 30 de Abril se reforzó la guarnición con unos 3 mil hombres del King’s Oswn Royal Regiment, transportados en avión después de apoyar los aterrizajes en Basora. Se asignó el mando de las fuerzas terrestres de Habbaniya al Coronel O. L. Roberts, del Estado Mayor Imperial, perteneciente a la División 10 hindú y que llegó en avión Basora el día 1° de Mayo.
El armamento se limitaba a 18 auto ametralladoras de la RAF y un par de viejos obuses, restos de la Primera Guerra Mundial, a que hasta entonces había servido de adorno en las puertas del campo y a los que más tarde se designó con el sobrenombre de la “artillería de Habbaniya”. Los aviones eran casi todos de modelo anticuado o del tipo utilizado para los vuelos de adiestramiento.

Rashid Ali con los jerarcas alemanes en Berlín.

FUEGO
El día 1° de Mayo, la policía iraquí abrió fuego en Rutba contra un grupo de trabajadores que estaba realizando tranquilamente su labor en la carretera de Haifa a Bagdad, El Teniente coronel  W Hammond, que dirigía los trabajos, consiguió salvar a muchos de sus hombres, llevándolos a  Transjordania, a unos 200 kilómetros de Rutba, a un lugar designado en los mapas con la sigla H-4 y donde había una estación de bombeo y una pista de aterrizaje. Pero en el enfrentamiento resultaron heridos doce ciudadanos británicos, soldados y civiles, entre ellos el propio Coronel Hammond.
A las 5 del día 2 de Mayo todos los aviones de Habbaniya que estaban en condiciones de volar despegaron, ordenados en cuatro escuadrones, tres de bombarderos y uno de caza para bombardear en picado y ametrallar las posiciones iraquíes. Se dirigió contra ellos un violento tiro antiaéreo, mientras un intenso fuego de artillería se centraba sobre el campo.
Al mismo tiempo ocho Wellington despegaron de Shu’aiba y lanzaron dieciséis toneladas y media de bombas sobre las posiciones iraquíes. Otras tantos lanzaron, en su salida, los aparatos de la escuela de pilotaje. Los efectos producidos en el enemigo fueron catastróficos tanto que el General de División Smart llegó a la conclusión de que podría defender Habbaniya y a la vez atacar desde allí los aeródromos y las líneas de comunicación iraquíes. Y así lo decidió a pesar de las pérdidas sufridas por sus fuerzas.
ATAQUES
Así pues, al día siguiente, los aviones de la RAF atacaron el aeródromo de Rashid, la carretera de Bagdad y las posiciones de artillería y vehículos en la meseta de Habbaniya y en sus inmediaciones. Ocho Wllington bombardearon por segunda vez el campo de aviación el día 4 de Mayo y algunos Blenheim ametrallaron en vuelo rasante tanto este campo como el de Bagdad. Bombarderos escoltados por Hurricane, recién llegados de Egipto, atacaron el aeródromo de Mosul, que era utilizado por un pequeño destacamento de la Luiftwaffe. Y el 5 de Mayo, las fuerzas iraquíes situadas en la altiplanicie de Habbaniya sufrieron un nuevo bombardeo.
Mientras tanto, también las fuerzas terrestres británicas lanzaban enérgicos ataques. Los soldados kurdos y sirios que al fin tenían ocasión de saldar viejas deudas con los enemigos árabes se lanzaron a la lucha con gran empeño. A los iraquíes le infringieron considerables bajas. Fue desmoronada la resistencia del enemigo. Toda la altiplanicie quedó en poder de los ingleses.
 Sion embargo, la situación británica en KIrak era precaria. Las emboscadas y los saqueos estaban a las ordenes del día. El 6 de Mayo llegó la Brigada 21 hindú. Los británicos debían limitar forzosamente sus objetivos:  la ocupación de otros puntos estratégicos en  la zona de Ashar (Basora) y el reforzamiento de las defensas. No se podía pensar todavía en un avance hacia la capital del país a causa de la superioridad numérica del enemigo.


Tropas británicas en Bagdad.

CARBURANTE
El carburante que Irak proporcionaba al Eje no era adecuado para los aviones. Estos disparaban indiscriminadamente. Mataban por matar. Lo hicieron con el Comandante Axel von Blomberg, hijo del general del mismo nombre, quien precisamente era el comandante al que se había encomendado dirigir las operaciones de la Luftwaffe contra las fuerzas británicas.
Los árabes se negaron a enfrentarse con sus hermanos musulmanes. Los camiones pesados que  pudieron reunir se hundían en la arena. En Ramadi, en el ángulo noroccidental del lago de Habbaniya, los iraquíes habían concentrado fuerzas considerables. Volaron los puentes y destruyeron los diques. La pista estaba intransitable. El 18 de Mayo la guarnición de Habbaniya ya se había liberado por si misma y proyectaba un ataque directo contra las topas iraquíes. Las probabilidades de éxito aliadas se calculaban en dos contra cinco.
 Desde luego se trataba de una empresa temeraria por lo que el apoyo de “Kingcol” fue muy bien recibido así como de otros destacamentos. Los cañones de 88 mm del Grupo de Artillería 237 entraron en acción en seguida, martilleando a las unidades enemigas.
La conquista de Al-Falhuja  era el paso siguiente. La carretera principal que llevaba hasta allí seguía la orilla occidental del Eufrates y cruzaba el rio por un puente metálico. Afortunadamente para los ingleses, los iraquíes  no lo habían demolido todavía y, como en aquel punto, el rio tiene 270 metros de anchura, era absolutamente necesario impedir que lo destruyesen.
AISLAMIENTO
El plan de los ingleses preveía aislar Al- Falluja, situando durante la noche una potente unidad al oeste del poblado, otra al sudoeste y una tercera al nordeste. Entonces se exigiría la rendición de la plaza y si ésta se negaba a capitular la tomarían al asalto.
Mientras tanto los aviones de la escuela de pilotaje habían bombardeado las tropas de reserva iraquíes que se aproximaban desde Bagdad y además, durante una incursión, volaron un camión cargado de alto explosivo destinado a la demolición del puente metálico.
El 18 de mayo por la tarde comenzó la delicada y peligrosa operación de trasladar la primera columna al otro lado del Eufrates: el puente provisional sirvió perfectamente para esta finalidad. Sin embargo al otro lado del río, los vehículos acorazados de la RAF y las tropas encontraron grandes dificultades para cruzar los fosos y los canales de riego y avanzaron mucho más lentamente de lo que se había previsto. Era entonces las 5 de la mañana del 19 de Mayo.
Al amanecer  lso aparatos de la RAF lanzaron octavillas sobre las concentraciones de las tropas iraquíes. Pero como no hicieron caso de la exigencia de rendición, a las 9 comenzaron las bombas que prosiguieron toda la mañana y acabaron a las 14.45 con un bombardeo en picado.
RESISTENCIA SIMBOLICA
A las 15 horas los sirios de Graham avanzaron por un terreno pantanoso y descubierto protegidos por el tiro de los cañones de 88 mm y el apoyo de pequeños obuses y haciendo fuego además con las ametralladoras y los morteros que tenían en dotación.
Encontraron tan sólo una resistencia moderadamente simbólica. En media hora conquistaron el puente y la ciudad donde enseguida empezaron a atrincherarse. Ni las fuerzas terrestres ni la RAF que efectuó 138 misiones de vuelo, tuvieron que lamentar muertos o heridos. Unos 300 enemigos se rindieron. La única reacción inmediata fue la de la Luftwaffe que bombardeó y ametralló el aeródromo de Habbaniya,  destruyendo y averiando un buen número de aparatos y causando bajas entre las tripulaciones en tierra.
El día 22 de Mayo por la mañana los iraquíes lanzaron un contraataque por el lado nordeste de Al-Falluja, consiguiendo penetrar en ella con sus carros de combate ligeros y obligando a la compañía del Korr a buscar temporalmente refugio en las casas.
El General Kingstone,  maestro en métodos incondicionales, llegó entonces a Al-Falluja para asumir el mando: ordenó que la población civil se reuniese, bajo pena de muerte, en la mezquita y de esta forma desalojar a todos los francotiradores de los tejados de las casas. El Grupo de Artillería 237 continuó cañoneando al enemigo. Los iraquíes se retiraron desordenadamente.


Batallón festejando el triunfo.

CONQUISTA
Luego se preparó la acción contra Bagdad. Para la conquista de la capital, la Habforce se dividió en dos columnas. En total menos de 500 hombres. Una de las columnas cruzó el Eufrates el 27 de Mayo por la tarde. A la mañana siguiente, la Legión Arabe destruyó algunos tramos de la línea ferroviaria. Hasta que se tomo la carretera principal Bagdad- Mosul. Las columnas se detuvieron a unos 7 kilómetros de la capital en unos ladrillares ante el potente tiro de la artillería y el intenso fuego de fusilería, a los que los británicos no podían replicar para no dañar la mezquita.
La columna de Kingstone se concentró el Al-Falluja el 28 de Mayo a las 4.30. La RAF encontró tropas iraquíes atrincheradas en la orilla opuesta del canal. La caballería arrolló al enemigo ocupando el puesto iraquíe. A continuación se construyó un puente y pasó la columna motorizada,
Lo que se consiguió es interceptar mensajes y difundir la alarma y el desaliento entre el enemigo transmitiendo informaciones exageradas, sobre la  entidad de las fuerzas británicas que se aproximaban.
Khan Nuqta es el límite extremo del desierto.  Desde allí el avance fue más bien lento, pues era una región llena de fosos y canales de riego. Además la carretera de Bagdad estaba inundada en diversos puntos. Los iraquíes habían destruido  un puente, a 20 kilómetros de la capital y se encontraban firmemente atrincherados en la otra orilla. La artillería y la RAF, al día siguiente, bombardearon las posiciones enemigas. Las tropas británicas pudieron cruzar el canal. El avance era muy lento.
ARMISTICIO
Sin embargo, en aquel momento la moral de los enemigos era muy baja., Lo que favorecía por completo a los británicos. El Alcalde de Bagdad, asistido por un comité de seguridad nacional, asumió el mando de la capital y telefoneó al embajador británico pidiendo el armisticio. Por vez primera, desde el comienzo del ataque, la embajada obtuvo permiso para poner de nuevo en funcionamiento el transmisor de radio. Se informo al Mando británico de Jerusalén y al de El Cairo de que Irak deseaba conocer las condiciones impuestas por Wabell para poner fin a las hostilidades.
Al amanecer del 31 de Mayo se inició cierto movimiento de automóviles en dirección a la zona del canal de Washash. El primero llegó de Bagdad con una delegación militar iraquí que enarbolaba bandera blanca. Llegaron los jefes de las fuerzas británicas de tierra y aire. Finalmente hizo acto de presencia el embajador británico en Bagdad. Se discutieron los términos del armisticio. El texto se llevo a Bagdad para su aceptación por parte iraquí. 
TERMINOS
Los términos eran moderados, pues se tuvo en cuenta que el poder lo asumía de nuevo el regente:
·         Se liberarían de inmediato a los prisioneros de guerra
·         Debía internarse a todos los militares enemigos (alemanes e italianos) y su material bélico sería retenido por el gobierno iraquí en espera de posteriores disposiciones.
·         Las tropas iraquíes evacuarían Ramadi antes del 1° de Junio de 1941.
·         El Gobierno iraquí debía facilitar, con todos sus medios, la actuación de las fuerzas británicas en la guerra contra Alemania e Italia.
Las tropas hindúes, al asegurar el completo dominio de Basora, desempeñaron un papel preponderante en la victoriosa intervención armada británica en Irak. Además su presencia garantizaba la protección de los intereses de Gran Bretaña, en los campos petrolíferos del sur de Persia.
Un pequeño equipo de trabajadores se esforzaba en preparar la operación que se hizo famosa con el nombre de regata del Tigris. Con la ayuda de la Marina de Guerra se pusieron de nuevo en condiciones de navegar viejas embarcaciones fluviales, típicas barcas árabes e incluso un viejo vapor de rueda que los ingenieros habían utilizado como comedor.
INTENTO
Los primeros días de junio se comunicaron las condiciones del armisticio. En Bagdad comprendieron que sería prudente dar a conocer la orientación oficial en el Noerte, en la zona de Mosul y de Kirkuk.  Mosul se hallaba situada entre la carretera y la línea férreas que llevan de Irak a Siria y Turquía. Una carretera la unía a los yacimientos petrolíferos de Kierkuk, que abastecían a Siria y Palestina. Contaba entonces con un importante aeródromo, construido y equipado en su totalidad por los ingleses, que a la sazón se hallaba en manos iraquíes.
No era muy seguro que las tropas allí situadas, decididas partidarias del Eje y que aún no habían intervenido en ningún combate, estuvieran dispuestas a reconocer el armisticio de Bagdad. Afortunadamente su comandante era persona con la que se podía razonar. Pero la población local se mostraba hostil y belicosa.
Un intento británico de saldar cuentas con Fawsi al Kawukji, un antiguo enemigo palestino que se encontraba en Oseba con 500 de sus guerrilleros, concluyó con un violento combate en el transcurso de la noche del 8 al 9 de junio. Un escuadrón de caballería, remontando el Eufrates hasta más allá de Hadithaz, combatió contra fuerzas enemigas superiores y luego se retiró hacia Siria.



Acto de inspección.

RELEVO
El General Slim estableció el puesto de mando avanzado de su División 10 hindú en Bagdad el 12 de Junio, cuando recibió la orden de relevar las tropas del General Clark en la capital, en Mosul, en Kirkuk y en todos los demás puestos avanzados. Slim asumió el mando de Irak septentrional. Y al día siguiente se designó como comandante de todas las fuerzas británicas de tierra en Irak (conocidas como Iraq Force) al Teniente General Quinan y la dirección de las operaciones militares pasó de nuevo del mando de Oriente Medio al mando de la India.
Con la vuelta del regente y la restauración del Gobierno legítimo, el cometido inmediato era restablecer guarniciones en todos los centros principales a fin de mantener la paz y la seguridad en espera de que se montase de nuevo el aparato administrativo civil. Al mismo tiempo, era necesario animar a la población para que resistiera a las presiones del Eje, desde Siria y Persia.
Para conseguir estos objetivos, la Iraq Force se dispuso de la forma siguiente: la Brigada 20 en Mosul, con destacamentos en Kirkuk y Haditha. La Brigada 21 en Bagdad y Baora.  Las dos brigadas restantes se concentraron en el bajo Irak. Mientras que otras protegían las refinerías de petróleo en Persia.
Lo que si fracasó por completo es el intento emprendido por el Eje y sus simpatizantes iraquíes de echar a los ingleses del país. “Indudablemente Hitler desaprovechó la oportunidad de ganar mucho en Oriente Medio gastando poco-dijo Churchill-. Nosotros, en Gran Bretaña, aunque nos encontramos en situación apurada, conseguimos salvarnos con nuestras limitadas fuerzas de males gravísimos o irremediables”. (Editado, resumido  y condensado de la Revista “Así fue la Segunda Guerra Mundial”.)



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