miércoles, 28 de noviembre de 2012

EL CAL: UN SANCOCHADO DE VERGUENZA


Muy lamentable lo que ocurre permanentemente al interior del Colegio de Abogados de Lima (CAL) en asuntos que lindan realmente entre el ridículo total, la mediocridad contagiante y la falta por entero de principios  jurídicos y legales que, evidentemente, deben primar en  esta institución creada hace más de 200 años, para dar luz y ser faro principal de profesionalidad y juridicidad necesaria entre toda la ciudadanía. Lo que inexplicablemente se encuentra en esta organización desfasada con la normalidad y la modernidad es, realmente y sin exageración, un sancochado carnavalesco de vergüenza impropia, protagonizada por una turba de ignorantes y pícaros de la peor especie.
Lo afirman muy apenados y tremendamente decepcionados varios grupos de abogados honestos y honrados. Ellos hablan de tal manera a modo de contraste e incluso de humor negro. Pero tienen, por lo menos, dos dedos de frente  y de capacidad para comprender esta caótica situación. Lo que precisamente carecen los que detentan el poder o intervienen para apoderarse de él, a como de lugar, generando  actos públicos detestables en este mal denominado colegio profesional. Que se parece más a un gallinero insano.
Los hechos tan pintorescos  ocurrieron antes, durante y después de las últimas elecciones realizadas el 24 de Noviembre donde resultó elegido, por segunda vez, Decano del CAL, el doctor Raúl Chanamé Orbe, en primera vuelta con el 53% de adhesiones y un total de más de 12 mil votos, frente al  15 por ciento que obtuvo Greta Minaya, según dio a conocer el Comité Electoral correspondiente.
Raul Chaname Orbe
Raúl Chanamé Orbe

MANIPULACION
 No obstante, los candidatos de las listas adversas quisieron, en el peor estilo de la manipulación, objetar los resultados e incluso tomar de facto el local donde se realizaban los comicios. El Colegio Mariano Melgar de Breña, convertido practicamente en un ring de violencia, ridículo y discrepancia descontrolada. Por lo menos, las formas y el fondo no fueron de lo más acertadas.
Parece  ser que la  imparcialidad se convirtió en oscuridad, durante los resultados finales. En esas condiciones no muy normales que digamos, se realizaron las elecciones.  Al final y luego de constante forcejeo, incluso con la salida de los representantes de Transparencia, la Oficina Nacional de Procesos Electorales (ONPE) y el Jurado Nacional de Elecciones (JNE), el candidato Chanamé fue reconocido ganador.
 Sin embargo, en determinado momento de indecisión, se designó como decana temporal a Fanny Fregreiros, adherente y seguidora de la lista de Greta Minaya. A reglón seguido se desconoció tal denominación y el despelote eleccionario continuó cada vez de peor forma.
 Nadie creía en nadie. Objeciones por acá. Impugnaciones por allá. Muñequeo barato a cada rato. Todo un circo en nada más y nada menos que un colegio profesional, El acabose  total, la realidad repugnante.
 Colegio de Abogados de Lima - Lima, Peru
Emblema del CAL

QUE TAL PARAFERNALIA
Pero alli no queda la cosa. Porque la parafernalia del acto electoral en si fue realmente deplorable. Primero se empapeló con propaganda en todo lugar habido y por haber de las instalaciones del CAL, ubicadas en la avenida Santa Cruz de San Isidro.
 El apacible y aristocrático distrito pasó, en ese sector, a ser una feria de la peor especie y un antro inconcencible de afiches de lo más estrambóticos con figuras y slogans propias de zoologico de mala muerte que, indiscutiblemente, daba una imagen pobrísima y destestable.
 Lo mismo ocurrió, aunque en menor proporción, en distintos lugares de Lima como el Palacio de Justicia y los locales de las otras reparticiones del  Poder Judicial. El ornato y la limpieza no fueron respetados en ningún momento, ni en ningún lugar.
El colmo de los colmos llegó cuando una de las candidatas decidió que la mejor forma de darle seriedad a su discurso, durante la campaña eleccionaria, fue pronunciarlo al ritmo del baile del caballo porque esta dama llamada Angélica Sayán, según explicó muy suelta de huesos, había descubierto que dicho animal representa la vitalidad y la alegría en el horóscopo chino. La tontería en su más grande expresión, aunque ustedes no lo crean.
Hay otros hechos enteramente peculiares e inconcebibles  El contenido de las propuestas de los candidatos al Decanato del  CAL.  Todas, absolutamente todas, nada tenían que ver con la principal tarea de la institucion que pretenden dirigir. Como es, primordialmente, vigilar el ejercicio ético de la institución legal.
OFERTAS PARA TODOS LOS GUSTOS
Los candidatos abogados ofrecieron cosas completamente distintas a ello como fin primordial y serio. Por ejemplo, si se registró cabida al  sorteo de departamentos inmuebles y camionetas 4 x 4, realizar ecografías gratuitas a los asociados, brindar servicios de sepelio a los mismos y otros asuntos de interés eminentemente social que cuando se llega al poder se olvidan por completo de lo prometido. Por eso es que, precisamente, en cada elección vuelven a salir estas promesas. El engaño en toda su expresión.

Hasta se ofrecieron camionetas 4 x 4

Pero no sólo ello. Sino que los postulantes fueron más allá y se comprometieron a frivolidades y diversiones que tenían prioridad inconcebible. Entre ellas: la organización del concurso de belleza  denominado “Reina Cal” y la cuarta edición del “Campeonato de Fulbito Jurídico”. Mujeres bellas y goles a discreción. Habrase visto.
Nada, absolutamente nada se dijo de los aspectos trascendentes de esa institución. Por eso es que brilló por su ausencia  hablar del control de la inmoralidad en el ejercicio de la profesión del abogado.
No obstante de que  la abogacía es una de las actividades que más cuestionamientos éticos despierta entre la población. Por ello mismo, era obligatorio tratar estos temas y allí si ofrecer soluciones para mejorar el desenvolvimiento profesional, con visos a la transparencia y honestidad. Nones. Eso brilló por su ausencia. 
EL PRESTIGIO SE ACABO
Nacido en las postrimerías de la época colonial,  llegó a tener un prestigio e influencia a lo largo de la historia e incluso durante muchas épocas de la República.  Hastas hace, relativamente, muy pocos años.
El primer antecedente de  constitución del Colegio se dio en  1726 durante el gobierno de José de Armendáriz cuando se formó en la ciudad de Lima la “Hermandad de los Abogados”, con fines piadosos y de ayuda mutua.
Sus socios asistían corporativamente a misas, comuniones y conversatorios en la Capilla de Desamparados a cargo de la Compañía de Jesús. Esta hermandad se extinguió a raíz de la expulsión de los Jesuitas, por mandato del Rey español Carlos III.
En 1777, llegó a Lima el Intendente José Antonio de Areche quien fue autorizado por la Corona para establecer un colegio de abogados semejante al de Madrid. Incluso designó la primera junta directiva del Colegio. El Virrey Guirior desconoció estas atribuciones. Seis años después, el Rey de España ordenó la constitución del Colegio. Pero tal mandato no tuvo efecto alguno.
Hasta que en 1804 volvieron las esperanzas por las gestiones realizadas por Tadeo Bravo de Rivero  en actividades que realizó en nombre del Cabildo de la Ciudad de los Reyes, en su   calidad de diputado ante las Cortes.
CLAVE DE LA CRISIS
Los estatutos correspondientes fueron aprobados cuatro años después por la Real Audiencia de Lima con resolución de por medio del Virrey Fernando de Abascal, expedida el 23 de Mayo de 1808. La aprobación real ocurrió en   1811. Pero el Colegio abrió de inmediato su matrícula.

Virrey Abascal

Los primeros estatutos señalaron con claridad su organización y sus fines. Al Colegio se le concedió el título de Ilustre. Sus miembros eran seleccionados rigurosamente. Se exigían infinidad de exámenes y capacitaciones. A partir de este momento para ejercer la defensa era indispensable hallarse colegiado. Como es hasta ahora.
Para muchos esta es la clave de la actual crisis que llevaría a pedir, como solución inmediata,  el quitarle los privilegios legales al Colegio y convertir la afiliación de los abogados en voluntaria. Evidentemente medida extrema. Pero si es necesaria la rectitud y el prestigio profesional que ahora no los hay.
Tales atributos existieron en diferentes tiempos. El Colegio de Abogados era efectivamente un faro de la juridicidad con ética y velando por el noble ejercicio de la profesión en épocas que fueron decanos juristas de la talla de José Luis Bustamante y Rivero, ex Presidente de la República, que incluso llegó a ser Juez de la Corte Internacional de La Haya.

José Luis Bustamante y Rivero

Lo mismo ocurrió con brillantes abogados que dirigieron la institución entre los que destacaron evidentemente: Raúl Ferero Rebagliati, José León Barandiarán, Javier Vargas, Luis Bramont Arias, Felipe Osterling Parodi, Juan Vicente Ugarte del Pino, Jorge Avendaño, Raúl Ferrero Costa y tantos otros que dieron efectivamente prestigio al cargo.
GUTIERREZ
Entre 1907 y 1909, la excepción  de gestión la dio Walter Gutiérrez que durante su periodo manejó administrativamente con prestancia y dejó las arcas administrativas y financieras internas  en azul y caminando por  la normalidad.

Walter Gutiérrez: las cifras en azul

Posteriormente vino la debacle con un denominado orate contestatario, José Antonio Ñique de la Puente, que detentó el poder convulsionadamente y cuya gestión fue calificada como enteramente mediocre, de escasos resultados. Si de corruptelas e inacciones de la peor especie.
 La mayoría de los abogados  requieren a gritos tener una institución completamente remodelada  en todo orden de aspectos: desde los morales, la capacitación y los que son de su injerencia total como:  la legalidad y la juridicidad.
Mientras tanto, en señal  de crisis total a partir del 25 de noviembre existe una denuncia ante los organismos pertinentes de los candidatos perdedores al Decanato del CAL, en contra de la proclamación de Chanamé, el decano reelecto..
Los denunciantes son:  Greta Minaya, Angélica Sayán, Pedro Sagástegui, Víctor Miranda y Jaime Bobadilla, quienes sostienen que la proclamación se hizo sin la presencia de fiscalizadores y según ellos, sin el conocimiento de nadie, tras un proceso eleccionario irregular.
Entre los hechos que se denunciaron figuran: el haber hallado propaganda electoral a favor de Chanamé, dentro del local de la votación. Así  como  que se contrató publicidad en medios de circulación masiva existiendo prohibición para ello, según el reglamento de elecciones.
Todo esto pasa  en la que se dice que es la más importante  institución rectora del cumplimiento de las leyes y las normas. Hasta se habla de corrupción y fraude electoral. Al CAL parece ser que ni Mandrake lo salva. Cuando es tan necesario y justo hacerlo. O efectivamente se quiere la afiliación abierta para dar lugar a su desaparición total, aunque las instituciones históricas de renombre, si se les reforma totalmente, son necesarias y pueden caminar. (Noé)

1 comentario:

  1. Desde la distancia veo este toro, y, si la cosa es tan vergonzosa como la pinta el articulista, quiero proponer _sin ser abogado_ que para devolverle el estatus al CAL sería interesante si los señores abogados pensaran en proponer como candidato para la próxima elección, al doctor Carlos Augusto Ramos Núñez, de intachable probidad e inmaculada ética.

    ResponderEliminar