lunes, 28 de marzo de 2011

VALLEJO, EL POETA DEL DOLOR

Realmente que Cesar Vallejo resultó uno de los innovadores de la literatura peruana por revolucionar por completo y enteramente la forma, el fondo del sentir y escribir poéticamente. Convirtiéndose, para infinidad de sus seguidores, en el gran poeta  del dolor humano.
Fue en Lima donde publicó sus dos primeros poemarios: En “Los heraldos negros”  junta creaciones de corte modernista pero, evidentemente, constituyen la base del inicio de una diferenciación expresiva; y en Trilce, en 1922, inicia un lenguaje enteramente personal. Lo  que coincidió con la aparición del Vanguardismo a nivel mundial.
Al año siguiente entregó a la prensa su primera obra narrativa: “Escalas melografiadas”.  de estampas y relatos algunos ya vanguardistas. Por aquella época, partió a Europa para no volver más al Perú.
Cabe explicar qué se entiende a la corriente vanguardista como la más radical revolución que sufre el Arte y la Literatura en su historia caracterizado por la primacía del prosaísmo versus musicalidad, feísmo versus preciosismo y absurdo versus comunicación. Lógicamente, todo ello implica la ruptura con la tradición y el rechazo a la imitación.


Cesar Vallejo
SUS AMIGOS
Los poetas vanguardistas rinden culto a la novedad y a la sorpresa, cambiando por completo la estructura formal del poema. Renuevan totalmente los recursos expresivos y las metáforas, convirtiéndose en reveladores de una dimensión interior.
Explora lo irracional y el verso se presenta sin leyes métricas, ni lógicas. Regidos por el juego, las similitudes y el propio azar. Todo esto es parte elemental de la poesía de Vallejo con ingenio, movimiento, imaginación y abandono de los moldes clásicos.
El poeta comenzó a relacionarse, tras recibirse de Bachiller en Letras por la Universidad de Trujillo con destacados intelectuales como: Víctor Raúl Haya de la Torre, José Eulogio Garrido, Alcides Spelucín y Macedonio de la Torre. Todos ellos integrantes del Grupo Norte.
Mientras que en Lima hizo amistad con Manuel González Prada y Abraham Valdelomar, integrando el famoso grupo literario Colónida. Al  primero de ellos, eminente pensador cuya muerte le afectó profundamente, le dedicó el poema “Los dados eternos”.
LO CRITICARON AL MAXIMO
No le fue fácil  triunfar a Vallejo en el mundo de la poesía. Muchos los criticaron y a mansalva. Como por ejemplo Clemente Palma, el hijo del tradicionalista, quien le preguntó sin empacho alguno: ¿usted cree señor Vallejo que colocar una imbecilidad encima de otra es hacer poesía?
Lo consideraban un oscuro vate provinciano, de aspecto enfermizo, siempre enfermizo y con el ceño fruncido. Sin embargo, con el vanguardismo que enarboló  triunfo al máximo y se convirtió en excepcional.
Hasta su muerte residió pobremente en París con algunas breves visitas a Madrid y otras ciudades europeas. En el viejo mundo hizo constantemente trabajos periodísticos, de traducción y de docencia. Además, por supuesto de su obra literaria
En esta última etapa de su vida no publicó libros de poesía, aunque escribió una serie de poemas que aparecieron póstumamente. Si salieron de su pluma a las librerías obras en prosa. Como la novela proletaria e indigenista "El Tungsteno" en Madrid (1931). Las crónicas de Rusia y su famoso cuento Paco Yunque.



En Paris: siempre pensando
GEORGETTE
Sus poemas póstumos fueron agrupados en dos libros: “Poemas humanos” y “España aparte de mi este cáliz”, publicados en 1939 gracias al empeño de su viuda Georgette Marie Philippart Travers. Para muchos de los críticos literarios, “Poemas humanos” constituyen lo mejor de su producción. Lo que le da la categoría de eminente poeta
Vallejo se casó con Georgette en 1934. Ella vivía frente a la oscura pensión del vate en la Rue Moliere de París. Una francesa de carácter duro y controvertido que, eso si, compartió las penurias económicas de su marido. Fue la mujer que acompañó-los últimos cuatro años de vida- a este hombre excepcional.
Nació en marzo de 1892 en la provincia liberteña de Santiago de Chuco. Era el décimo segundo hijo de Francisco Vallejo Benítez y de María de los Santos Mendoza Gorrionero. Sus estudios primarios los hizo en el Centro Escolar Nº 271 de su tierra natal y los secundarios en el Colegio Nacional San Nicolás de Huamachuco.
En 1910 partió para la capital  liberteña en un viaje a caballo que duró cuatro días y se inscribió en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Nacional de Trujillo. No duró mucho estudiando por la estrechez económica y retorno a su pueblo
Apoyó a su padre en sus tareas de gobernador y tomó contacto con la realidad de las minas de Quiruvilca, cerca de Santiago de Chuco, lo que recordará posteriormente en su novela “Tungsteno”.
AMORES QUE QUIEREN MATAR
Quiso ser médico y por eso viajó a Lima. Pero pronto renunció a tal objetivo y retornó a Trujillo. Poco después ingresó a trabajar en la hacienda azucarera Roma donde comprueba, fehacientemente, la explotación en contra de los trabajadores que laboraban de sol a sol por salarios realmente miserables.
Retomó sus estudios universitarios de Letras y trabajó como maestro en el Colegio Nacional San Juan y el Centro Escolar de Varones Nº 241 de Trujillo. Hasta que consiguió uno de sus éxitos intelectuales al graduarse como Bachiller en Letras con la tesis, “El romanticismo en la poesía castellana”
En 1917 se fue a Lima tras haber conocido a “Mirtho”, Zoila Rosa Cuadra, con quien sostuvo un apasionado y corto romance. Mucho se comentó  que el poeta trató de suicidarse, a causa del desengaño por esta relación amorosa. Antes se había enamorado de María Rosa Sandoval, joven atractiva e inteligente inspiradora de muchos de los versos de “Los heraldos negros”.



Uno de sus mejores libros de poemas.
Prosiguió, en la capital peruana, sus estudios  en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Son sus amigos: Clemente Palma, que había sido un furibundo detractor de su obra poética, pero esta vez le da muestras de respeto; José María Eguren, Manuel González Prada, Abraham Valdelomar y José Carlos Mariátegui.
Publicó alguno de sus poemas en la revista Suramérica del periodista Carlos Pérez Cánepa y entró a trabajar al Colegio Barrós de Lima del cual llegó a ser Director. Protagonizó otra relación amorosa con Otilia Villanueva, una muchacha de 15 años y cuñada de uno de los profesores del plantel. Debido a ello perdió su puesto de docente. Otilia fue la inspiradora de varios de sus poemas en Trilce.
NO CUMPLIO VALDELOMAR
Consiguió tiempo después empleo como inspector disciplinario y Profesor de Gramática Española en el Colegio Nuestra Señora de Guadalupe. Por esta época salió su primer poemario “Los heraldos negros”. El poeta toca la angustia intelectual, la culpa personal y el dolor intenso
Al respecto su viuda, Georgette, cuenta lo siguiente: “este libro quedó estancado por varios meses en la espera del prólogo que el poeta Valdelomar le había ofrecido. Por eso no apareció en 1918 como lo indica la edición, sino al año siguiente y sin la presentación tan esperada”
Estando en Santiago de Chuco tras haber fallecido su madre, allí ocurrió un incendio y saqueo de una casa del pueblo perteneciente a la familia Santa María Calderón, arrieros negociantes de mercaderías y alcohol desde la costa.
PRESO
A Vallejo se le acusó injustamente de participar y azuzar el desastre y el hecho violento en si. Las autoridades con el Juez Quevedo Iturri a la cabeza ordenaron su detención. El poeta se escondió pero es descubierto, apresado y arrojado a un calabozo de la cárcel de Trujillo. Allí  permaneció durante 112 días, desde el 6 de noviembre de 1920 hasta el 26 de febrero de 1921.
Tras conseguir su libertad condicional, se dirigió a Lima donde su cuento, “Más allá de la vida y de la muerte”, salió premiado en un concurso literario. Al poco tiempo consiguió otro éxito cuando sale su famoso libro Trilce, con prólogo del intelectual trujillano Antenor Orrego.
Con esta publicación, el poeta demuestra efectivamente lo que vale: inventa palabras, cambia y fuerza la sintaxis, emplea la escritura automática entre otras técnicas de lenguaje valiosas. Sin embargo, la crítica literaria quiso traerse abajo los logros  de este intelectual prometedor.
Georgette aseguró que uno de los grandes detractores fue el escritor y profesor tres veces rector de la Universidad de San Marcos, Luis Alberto Sánchez, a quien le atribuye las siguientes palabras: “Por qué Vallejo ha escrito Trilce. Ha lanzado un libro incomprensible y estrambótico. Por qué?

Con el Grupo Norte

EUROPA
Frente a ello están las palabras firmes de Orrego quien sostuvo con fundamento que “a partir de la salida de Trilce se inicia una nueva época de la libertad, de la autonomía poética, de la vernácula articulación verbal”, Sin duda una efectiva innovación del lenguaje literario.
Hastiado de la mediocridad intelectual limeña y tras un breve paso como profesor del Guadalupe, el joven liberteño emprendió viaje a Europa a bordo del vapor Oroya, tan sólo con  500 soles. Era el 17 de junio de 1923.
Arribó a París el 13 de julio del mismo año y comenzó a ejercer el periodismo y la traducción. Escribió para el diario Norte de Trujillo y las revistas L’Amerique Latine de París, España de Madrid y Alfar de La Coruña.
Sin embargo, sus dos primeros años en la capital francesa fueron de entero sufrimiento, sobre todo en la parte económica. Al punto que muchas veces no tuvo techo que lo albergue y durmió en las calles a la intemperie.
Lo que no le impidió seguir en actividades intelectuales con personalidades de la talla de los escritores españoles Juan Larrea y Vicente Huidobro. Lo mismo que con el poeta chileno Pablo Neruda y con Tristán Tzara.
DEPRIMIDO
Recibió con mucha pena la muerte de su padre y al poco tiempo cayó enfermo y hospitalizado, a consecuencia de una hemorragia intestinal. Fue operado y pudo restablecerse.
Laboró en los Grandes Periódicos Iberoamericanos, una organización publicitaria de cierto prestigio con respaldo económico y colaboró para la revista limeña Mundial. El gobierno español le concedió una beca para estudiar abogacía. Nunca se  doctoró ni en Letras ni en Derecho. Tampoco vaciló en renunciar al trabajo y a la ayuda hispánica. La depresión estaba en su punto más crítico
 Luego de restablecerse  conoció a su primera compañera francesa Henriette Maisse con quien convivió dos años, de 1926 a 1928. Fundó revistas y semanarios de vida efímera y colaboró con la publicación limeña Variedades.
Por esta época profundizó sus estudios de marxismo y aparecieron artículos suyos en la revista Amauta, dirigida en Lima por el pensador y autodidacta José Carlos Mariátegui.
Georgette explica la posición política de su marido: “A fines de diciembre de 1928, César rompió con el aprismo del que había sido sólo simpatizante. Crea en París la célula marxista peruana de carácter socialista. Hay grandes períodos apolíticos de Vallejo. Vuelve a pensar en ello con sus viajes a la Unión Soviética”.



Su casa en su tierra natal.

APOYO A LA REPUBLICA
Fue expulsado de París acusado de hacer propaganda comunista y se va con Georgette a España. Allí ellos son testigos de la caída de la Monarquía Borbónica y la proclamación de la Segunda República Española. Publicó su libro de crónicas Rusia en 1931 y está relacionado con intelectuales tales como: Miguel de Unamuno, Federico García Lorca, Rafael Alberti, Gerardo Diego y José Bergamín.
En 1932, el poeta decidió regresar a París tras ser levantada la expulsión. Ese año, Georgette es hospitalizada afectada de salud por los continuos abortos que sufrió. Felizmente se recuperó al poco tiempo.
Cuando estalló la Guerra Civil Española, Vallejo colaboró con mucho fervor en la Fundación del Centro Iberoamericano para la Defensa de la República Española. Lo acompañó en esta tarea Pablo Neruda.
CENSURA
Viajó varias veces a España y participó continuamente con políticos, literatos e intelectuales comprometidos en esa causa. Entre setiembre y noviembre de 1937 escribió sus últimas composiciones líricas de “Poemas humanos” y “España aparte de mi este cáliz”.
Muchas de las obras del poeta fueron rechazadas en España al no publicarse por su contenido político. Entre ellas sus piezas de teatro Lockout y Moscú contra Moscú, conocida después como Entre las orillas de dos ríos”.
Así como su libro de crónicas “Rusia ante el segundo plan quinquenal” y la recopilación de ensayos de arte y la revolución. Una vergüenza que muchos años después en el Perú se subsanó al publicarse sus obras completas.



A comienzos de 1938 laboró en París como Profesor de Lengua y Literatura. Desaafortunadamente, en marzo, sufrió  de agotamiento físico. Hasta que lo internan  en una clínica y de allí no salió vivo.
Falleció el 15 de abril de ese año, un viernes santo a las 9.20 de la mañana con llovizna en Paris, por la reactivación de un paludismo que  sufrió de niño. Se iba una eminente figura literaria. (Edgardo de Noriega)

1 comentario:

  1. Me sirvio de mucho este articulo por que ya casi nadie escribe acerca de los amores de vallejo parte muy resaltante en su vida :L espero que lo sigan haciendo??

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